El pinzamiento del cordón umbilical ha sido y es motivo de controversia desde hace mucho tiempo. El debate acerca del momento óptimo para hacerlo lleva más de 200 años. Esto se comentaba por entonces:
Otra cosa muy perjudicial para el niño es pinzar y cortar el cordón del ombligo demasiado pronto, que se debe dejar siempre sin tocar hasta que el niño no sólo haya respirado varias veces sino hasta que su latido haya cesado por completo. De otra forma, el bebé es mucho más débil de lo que debería de ser, puesto que en la placenta se queda una cantidad de sangre restante que debía haber entrado en su cuerpo.
Erasmus Darwin (abuelo de Charles Darwin), Zoonimia (1801)
A comienzos del siglo XX y sin claras pruebas de porqué hacerlo, se comenzó a realizar de forma inmediata y en el momento actual se sigue realizando habitualmente de la misma forma. Los motivos para hacerlo así son variados: preocupación por la poliglobulia e hiperbilirrubinemia, presencia en el paritorio del pediatra que quiere atender al recién nacido enseguida en la cuna de reanimación, deseo de obtener un pH de sangre de cordón, para realizar el contacto piel con piel de forma "más cómoda" y para realizar la tercera fase del parto que clasicamente recomendaba el pinzamiento precoz.
Desde un punto de vista práctico se considera pinzamiento precoz el realizado en el primer minuto tras el parto y pinzamiento tardío el realizado después de un minuto o cuando el cordón deja de latir. Tras el parto sigue habiendo flujo desde la placenta hacia el recién nacido, sobre todo en el primer minuto. Una demora de 2-3 minutos en el pinzamiento permite que 30-40 ml/Kg de sangre pasen desde la placenta al recién nacido y eso supone unos 70-80 mg de Fe que equivalen a las necesidades de 3-4 meses. Para la madre el pinzamiento tardio del cordón no tiene repercusiones negativas en el puerperio.
La OMS recomienda realizar el pinzamiento de forma tardía (entre 1-3 minutos) siempre que el recién nacido no necesite asistencia inmediata. Una revisión Cochrane del año 2013 establece que "parece adecuado retrasar el pinzamiento del cordón de recién nacidos sanos porque aumenta sus reservas de hierro, a pesar de que pueda producir en algunos casos ictericia". En cualquier caso de podría esperar a que deje de latir, lo cual tarda entre 10-30 minutos. El pinzamiento tardío no solo proporciona Fe al recién nacido para prevenir ferropenia durante la época de lactante sino que proporciona sangre oxigenada para el periodo de transición del inicio de la vida. No hay actualmente pruebas suficientes para considerar que un pinzamiento tardío del cordón origine poliglobulia sintomática.
Por último comentar que en las recientes Recomendaciones de Reanimación Cardiopulomonar Neonatal del ERC publicada este mes de octubre de 2015 señalan que "Para recién nacidos sin compromiso se recomienda una demora en el pinzamiento del cordón de al menos un minuto desde la expulsión completa del lactante, tanto en recién nacidos a término como pretérmino. Aun así no hay evidencia suficiente para recomendar un tiempo determinado para el pinzamiento del cordón en recién nacidos que requieran reanimación en el paritorio".
Sería importante para el beneficio de los recién nacidos que estas recomendaciones se pusieran en práctica.