domingo, 22 de noviembre de 2015
lunes, 16 de noviembre de 2015
Uso racional de los antibioticos
Las infecciones son muy prevalentes durante los primeros años de vida. Sobre todo entre los 12 meses y los 3-4 años de edad, los niños presentan varias infecciones al año (habitualmente respiratorias y gastrointestinales) y la gran mayoría de estas infecciones son producidas por virus. La fiebre no se trata con antibióticos y los procesos víricos suelen ser muy febriles en los niños. Pero desgraciadamente muchas de estas infecciones son tratadas de forma innecesaria y precipitada con antibióticos y con frecuencia de amplio espectro. El tratamiento antibiótico de un proceso vírico no solo no produce beneficios sino que a veces implica reacciones adversas. El procedimiento más eficaz para controlar las resistencias a los antibióticos es el uso responsable de los mismos.
Los pediatras disponemos (entre otras muchas) de la Guia ABE, muy válida para la selección inmediata del tratamiento antibacteriano empírico cuando se necesita.
Se puede definir el uso racional de antibióticos como "La utilización juiciosa y ajustada a criterios clínicos aceptados y respaldados científicamente". Ello es así para evitar un abuso de los antibióticos.Cuando los médicos explicamos a los padres de nuestros pacientes sobre la necesidad o no de un tratamiento antibiótico, la prescripción disminuye.
El 18 de noviembre de cada año se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos, una iniciativa en la que colabora el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Entre otras cosas se nos recuerdan aspectos muy importantes:
Cuando debo tomar antibióticos
Los antibióticos no son eficaces ante la gripe ni los catarros
Como hay que tomar los antibióticos
Todos somos responsables de conseguir que los antibióticos sigan siendo eficaces
Los pediatras tenemos la responsabilidad de cuidar de la salud de nuestros pacientes y prescribir antibióticos solo cuando sea necesario.
De gran utilidad y como resumen de lo comentado es el Decálogo del buen uso de los Antibióticos, elaborado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)
lunes, 9 de noviembre de 2015
Los niños deben aprender a comer ....... con el permiso de sus padres y de los sanitarios
Es muy habitual encontrarse con un niño (sobre todo lactante o preescolar) que come mal o que a menudo no quiere comer. Y eso a pesar de que la alimentación es una necesidad básica de los humanos. En la mayoría de los casos no quiere comer lo que sus padres o cuidadores pretenden que coma y que habitualmente es más de lo necesario. No olvidemos que la epidemia actual es la obesidad. Y estos niños malcomedores casi siempre están sanos, no tienen ninguna enfermedad. Simplemente no han aprendido a comer.
Ocurre esto desde la época del biberón en niños cuyos padres eligieron lactancia artificial. Los padres preparan una cantidad y suelen esperar que el niño tome todo. Esta es una de las muchas diferencias ente la lactancia artificial y la lactancia materna: el niño que mama come lo que quiere y cuando quiere.
Esta excesiva preocupación por comer y consiguientemente por engordar que tienen los padres y las madres, suele estar alimentada (y nunca mejor dicho) muchas veces por el personal sanitario que trata con las familias. Si durante el periodo de lactancia (materna o artificial) no damos buenos consejos y no valoramos adecuadamente lo que el niño come y si en el momento de introducir la alimentación complementaria no lo hacemos de forma adecuada y nos dedicamos a presionarles con ella, conseguiremos que los niños no aprendan a comer. Y a consecuencia de ello aparecerán muchos problemas que repercutirán en el desarrollo del niño. La lactancia materna debe ser a demanda, lo que el niño quiera y cuando quiera. Pero la lactancia artificial también debe ser a demanda y no con unas cantidades rígidas que no respeten el apetito del niño. NO hay que obligar a comer a un niño, ni cuando está sano y menos cuando está enfermo.
La Comisión Europea de Salud Pública junto con la OMS y otros organismos establecieron hace más de 10 años las "Normas de alimentación de los lactantes y niños pequeños", donde junto con el establecimiento de que la lactancia materna debe ser la norma, se establece como se debe introducir la alimentación complementaria. Todo ello es importante para conseguir que la población infantil coma adecuadamente y esté sana.
Por último citar el reciente informe de la OCDE en el que se alaba la magnífica esperanza de vida que existe en España (83 años) solo superada por Japón. Sin embargo el citado informe advierte del aumento progresivo en España de las tasas de sobrepeso y obesidad infantil. Solo con un buen aprendizaje del hábito de comer se podrían disminuir las citadas tasas. Y esa es una tarea de los padres y también de los sanitarios.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)